sábado, 28 de marzo de 2009

¿Qué diferencia hay?.


Todas las leyes y la Constitución características de Esparta se atribuyen a Licurgo, aunque de su persona se sabe bastante poco. Unos dicen que viajó por todo el mundo conocido en su tiempo estudiando y comparando las leyes de distintos pueblos. Otros afirman que se inspiró en la vida de las abejas para componer sus leyes. Lo que está claro es que llevó a cabo una revolución legislativa en su ciudad, dándole un régimen diferente de todos los demás.

De acuerdo con Plutarco (Vida de Licurgo ) nada más nacer, el niño era examinado por una comisión de ancianos en la Lesjé (“Pórtico”, “Soportales”), para determinar si era hermoso y de constitución robusta. En caso contrario se le llevaba al Apóthetas, una zona barrancosa al pie del Taigeto, donde se le arrojaba o abandonaba en una cima.

Licurgo pedía mucho de sus conciudadanos, así que no resultaba fácil ser un buen espartano. Se examinaba con cuidado a los recién nacidos, y si las criaturas no eran normales se las abandonaba o despeñaba desde el monte Taigeto. Los niños declarados sanos vivían hasta los siete años con los padres. Luego, el Estado se hacía cargo de los varones.

La famosa anécdota referida por una extranjera que conoció a la esposa de Leónidas es significativa; cuando la visitante le preguntó por qué sólo las mujeres espartanas dominaban a sus hombres, ella le respondió: “Porque sólo nosotras parimos verdaderos hombres”.


En la actualidad, sucede exactamente lo mismo. Zapatero es Licurco, aunque menos sabio (por no decir más tonto). En cuanto a los niños, gracias a los avances tecnológicos, ya sabemos de antemano el sexo del bebé y se pueden detectar malformaciones en el feto. De este modo, no hay que esperar a que nazca el futuro bebé para deshacerse de él, tirándolo por el Taigeto, sino que lo puedes hacer antes incluso de que nazca. Menuda ventaja, ¿no?. Todo un avance. Tampoco falta, al igual que en la antigua Esparta, la comisión de ancianos que, en este caso ha sido sustituida por una de "expertos" (expertos a su manera), que determinará si el feto debe nacer o no. Aseguran estos magníficos expertos que, como no los arrojan por el Taigeto, ya no es asesinato. Eso creen ellos y así quieren que lo veamos los demás.

Después, para el que ha tenido la fortuna de nacer, al igual que en la antigua Esparta, el Estado se hace cargo de los niños y los "educa" con su Educación para la Ciudadanía. Esa educación que te enseña qué es progre y qué no. Un verdadero avance en tema de educación.

La única diferencia con la antigua Esparta, es que hoy, en la Esparta de Zapatero, la mujer de Leónidas diría: "Nosotras parimos y nosotras decidimos. Y parimos verdaderos maricones y lesbianas, pero nunca un niño deforme, menudo problema, ¿tú sabes?"

Con respecto al mal llamado "bebé medicamento", yo me pregunto si se debe tragar con agua, disuelto, o por vía rectal. ¿?.


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