viernes, 1 de agosto de 2008

Unas reflexiones.

El PSOE critica al PP por crispar el ambiente político al criticar sus acciones al frente del Gobierno ¿Qué es lo que esperan que haga? ¿acaso debe ser el mismo PSOE quien debe marcar lo que el PP puede criticar y lo que no?, traduciendo: la oposición no puede hacer de oposición porque si no, eso es crispar.
¿Cuál ha sido la diferencia entre la oposición del PP con la que hizo el PSOE en los años que le tocó ocupar su lugar?. Convocar manifestaciones ante las sedes del PP en la jornada de reflexión no es crispar y sí lo es si la manifestación la convocan otros. ¿Es que la izquierda tiene patente de corso sobre la actividad en la calle y no acepta que los demás puedan hacer lo mismo?.

¿Es lo mismo igualdad que igualitarismo? Si pones a una mujer de ministra por ser mujer y no por su valía, la estás discriminando todavía más, por lo que las reglas de paridad son un paso más hacia la degradación de la mujer y no lo contrario.
Se puede tener 14 ministros, esto es, hombres y mujeres (esto va por los analfabetos defensores de lo estúpidamente correcto que masculinizan y feminizan todo, sin saber que el “LOS” plural es género neutro) indistintamente, mayoría de unos o de otras, e incluso podrían ser 14 ministras o 14 ministros y no por ello discriminar a nadie, sino que elegimos a las 14 personas idóneas para afrontar esa responsabilidad por méritos propios, no por lo que tiene entre las piernas.

En la actualidad, se abusa de la palabra "progresismo", por parte de la izquierda, como si fuese algo inherente a ellos. ¿Qué derecho tiene ningún partido político a apropiarse de un término genérico que le puede afectar directa o indirectamente como a cualquier otro de ideología completamente diferente?. No entiendo qué progreso aportó a las arcas del Estado Luís Roldán en la Guardia Civil, o el hermano de Alfonso Guerra, o al ex Gobernador del Banco de España que terminó en la cárcel. ¿Es progreso acaso cargarse el Archivo Histórico de Salamanca para pagar respaldo político?, o quizá, ¿criticar democracias y simpatizar con dictaduras?.
Creo que a lo que se refieren es a esas leyes que aprueban para contentar a minorías, como el matrimonio entre homosexuales, algo que existe desde hace más de dos mil años, y que estaba más que aceptado en la cultura griega, así que no veo dónde está el progreso. Será engañar a éstos con la posibilidad de adopción, cuando no se puede llevar a la práctica, ya que ningún país de origen que tenga convenio con España permite la adopción por homosexuales, por lo que la Ley es papel mojado, a no ser que se haga alguna.... ilegalidad.

Yo soy católico, heterosexual, español y de derechas ¿qué pasa?¿qué te hace pensar que eres mejor persona que yo por el mero hecho de ser de izquierdas?¿consultaste al oráculo de Delfos para que te confirmara que eres poseedor de la verdad absoluta y que el resto de mortales están equivocados?¿Por qué es bueno ser de izquierdas y malo de derechas?

La extrema izquierda ha resistido muchos años de democracia por el efecto rebote al haber sufrido una dictadura de derechas, aunque ya no le queda mucho. Terminará por desaparecer cuando el cuento del progresismo se les acabe y la gente se de cuenta de que una ideología anclada en los problemas de hace cien años no puede solucionar los actuales; por mucho que excite al personal levantar el puño y llamar a las barricadas, eso ya no es muy progre.
Los genocidas más brutales de la historia fueron tres comunistas (no sé si progres y ecologistas, pero sí de izquierdas) como Stalin, Mao y Pol-Pot, irónicamente, el nacional socialista Adolf Hitler ocupa el cuarto lugar.

Resulta anacrónico que sus descendientes ideológicos se presenten como adalides y defensores de la paz, y la libertad, cuando no creen en la democracia, su ideología no la acepta, y sólo se sirven de ella para intentar lograr sus fines, cosa que hasta ahora, tal y como pueden atestiguar los libros de historia, no han respetado nunca ni han conseguido el poder a través de ella en ningún país del mundo, sólo a base de sangre y lágrimas (si vas a decir que en Brasil gobierna el Partido Comunista, permíteme que me ría).

Es preocupante la obsesión de la izquierda por llamar extrema derecha y fascista al PP. Y esto lo digo por, otra vez, por el latiguillo políticamente correcto de llamar racista a todo aquel que se le ocurra cuestionar algo de lo que pueda decir o hacer algún inmigrante. Un ladrón es un ladrón y un asesino es un asesino, independientemente de su nacionalidad o raza. Respecto al tema del racismo, he tenido que aguantar muchas falacias, por parte de la izquierda, en torno a los moros que, junto con Franco, entraron en la península para salvar a España de las hordas frentepopulistas. Al oír a esta gente, da la sensación de que la guerra civil española fue de moros violadores y asesinos contra españoles liberales. Nada más lejos de la realidad. A eso le llamo yo resentimiento, odio, revanchismo y racismo generalizados, llevados al extremo propagandístico, totalmente infiel a la verdad. Muy propio de la izquierda actual.

En la extrema derecha sólo hay viejos carcas y nostálgicos del régimen, combinados con niñatos pelaos, pequeñitos y con el cerebro atrofiado de los anabolizantes que se meten, que piensan, y quieren hacernos pensar, que Franco y Hitler eran hermanos. Éstos, tampoco se quedan cortos en sus descalificaciones hacia el PP, llamándolos “la marca blanca del PSOE”, “rojos”, y en ocasiones “negros”, dando muestra de su racismo. La Falange actual está muy unida al movimiento neonazi, en un intento, carente de sentido, de hermanar a unos con otros, cosa que viene de lujo a los verdaderos herederos del nacional socialismo, para así desvincularse de los crímenes de éste y usarlos como arma arrojadiza contra la derecha. No olvidemos que la Falange Española, fue nacional sindicalista y tuvo en sus comienzos mucha similitud con el fascismo italiano de Musolini; pero esto no los hace hermanos, y mucho menos del nacional socialismo de Hitler. Durante el régimen de Franco, ya lo he relatado en anteriores artículos, se creó el Movimiento; unificando a la Falange con los Requetés y los Carlistas. La relativa pluralidad dentro del franquismo ha llevado a algunos autores a describirlo como autoritario y no totalitario y se habla también de un nacionalcatolicismo.

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