Cuéntame ¿qué?

20.12.07 - JOSÉ JAVIER ESPARZA
A Cuéntame cómo pasó alguien le colocó una vez la clásica letrilla de «vamos a contar mentiras, tralará». La imputación no es justa, porque a una serie de ficción no hay que exigirle demasiadas dosis de verosimilitud. Pero es verdad que Cuéntame ha jugado siempre a ser un retrato naturalista de la España de los sesenta y los setenta -a eso debe buena parte de su tirón- y en ese juego uno se expone a que el retratado, si se da por aludido, proteste. La que ha protestado, y por vía judicial, es la periodista Joana Biarnés. En Cuéntame aparece una fotógrafa de prensa del diario Pueblo, hija de un guardia civil corrupto, y sexualmente muy desinhibida. Se supone que es Joana Biarnés, una de las pioneras del reporterismo hecho por mujeres. De hecho, el nombre de la periodista aparece expresamente mencionado en la serie. Joana, la de verdad, está que se sube por las paredes: su padre no era guardia civil, sino un fotógrafo de Tarrasa. En cuanto al supuesto revolcón con su compañero profesional, que era Joan Pla, nada de nada: Pla lo ha desmentido. Da la impresión de que los guionistas de Cuéntame, puestos a tralará, han adornado el episodio con recursos narrativos que lo hicieran más progre. La operación sería inatacable si no fuera porque, al emplear un nombre real, han dejado el terreno de la ficción para entrar en el de la biografía, y eso tiene sus costes.Joana Biarnés y Joan Pla también ha protestado airadamente por la imagen que se da de Pueblo, el periódico donde se supone que trabaja el audaz primogénito Alcántara. Es verdad que el diario Pueblo, presentado en Cuéntame como una especie de covachuela amateur, fue en realidad todo lo contrario: era el diario de los sindicatos del régimen, una empresa muy poderosa y extraordinariamente profesionalizada. De aquella redacción dirigida por Emilio Romero surgieron gentes tan dispares y tan notables como Juan Luis Cebrián, José María García, Rosa Villacastín, Raúl del Pozo o mi maestro Pedro Rodríguez, que en paz descanse. Pueblo hizo el que probablemente fuera el mejor periodismo de su época, y eso fue posible gracias a la astucia de su director, al talento de sus periodistas y al hecho nada desdeñable de disponer de abundantes medios humanos y materiales, porque era, ya digo, un periódico del régimen. Nada que ver, en fin, con lo que sale en Cuéntame. Abstengámonos de sacar conclusiones en materias sometidas a los tribunales. Pero en lo que concierne estrictamente a la serie, no estaría mal que Ganga diera alguna explicación a los espectadores. No se puede meter la pata de esta manera, manchar honras y, después, ponerse de perfil.