jueves, 17 de julio de 2008

Dictadura catalana y el Parlamento catalán.

Más allá de la mera anécdota de lo que ha pasado este jueves en el Parlamento catalán, creo que hay que analizar muy seriamente el fondo del asunto.

Si Joan Ferrán, hizo alusión en su día, a una “costra de mierda” que hay que arrancar, haciendo referencia a la "costra nacionalista" de los medios públicos de la Generalidad; se quedaba corto, pues dicha costra, que es más bien herida sangrante, tiene un alcance mayor de lo que él hace ver. Es además una lacra antidemocrática impuesta por una minoría a la mayoría, en contra de la ley y de la Constitución.

"Entre tu costra y la política de este (señalando al vicepresidente del Govern, Josep Lluís Carod-Rovira) os vais a cargar el catalán", reprochó Oriol Pujol dirigiéndose a los escaños socialistas del hemiciclo.

Y tiene toda la razón, pero no sólo el catalán está en peligro, sino toda España, con su diversidad y todos los españoles.

Felip Puig insistió en reclamar a Montilla una "mayor autoexigencia" en su proceso de mejora de su nivel de lengua catalana para "dar ejemplo" a los inmigrantes. Habría que aclarar aquí, ¿quiénes son los inmigrantes?, ¿los que vienen de fuera de España o los de fuera de Cataluña?. Y en segundo lugar me parece vergonzoso que a un parlamentario se le tenga que llamar al orden por su nivel de catalán. Si representan a una comunidad bilingüe, que no se cieguen tanto con la "dictadura" del catalán, que al final acabará siendo repudiado por los mismos catalanes, tanto bilingües, como castellanoparlantes.

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